DESCUBRE SI ES TU ALMA GEMELA

 

 
Las Almas Gemelas tienen los mismos intereses,  su atracción no es sólo física o sexual y la ternura  ocupa sus instantes y sus miradas. Ese amor  trasciende la edad, la materia, la raza, el credo,  las distancias. Al verse, sienten una infinita  necesidad de abrazarse, besarse y expandir las  energías de sus corazones.  
¿Cómo saber si es tu ALMA GEMELA?
El reconocimiento y el reencuentro:
Puedes confirmarlo a través de la Astrología o bien a través de la Videncia y el Tarot.
Con la Astrología es necesario realizar un estudio que consiste en el análisis de:
·Sinastría de Parejas: Es un análisis de compatibilidad entre las cartas natales, el cual se centra en dilucidar la dinámica de la relación entre las personas involucradas. · Carta Kármica: en la Carta Astral hay unos puntos llamados Nodos Lunares, que son dos, el Norte que nos habla de nuestra misión de vida y el Sur que nos habla de nuestros arraigos de las vidas pasadas,a partir de allí se hace un estudio profundo para conocer el Karma y asi descubrir si es el alma gemela.
. Con la Videncia y el Tarot se debe realizar una Sesión Especial e incluso más de una sesión porque ha de descubrir los secretos de nuestras vidas pasadas.
Es importante que este tipo de estudios lo realice un profesional altamente cualificado en este tema.

 
Hacer el amor con tu Alma Gemela es una experiencia indescriptible, porque en ese instante, en esa unión, puedes reconocer a través de sus ojos el alma que estabas buscando y entonces sabes que esa es tu otra mitad.
Las relaciones entre Almas Gemelas no se pueden definir,ni establecer,ni pensar en términos humanos-terrenales.
Todo es,todo puede suceder y sobretodo todo es Amor.   
 No se puede clasificar, limitar o establecer parámetros, la relación entre dos seres que son Almas Gemelas, va mucho más allá de todo lo establecido, pensado, conocido y soñado es misterio lleno de AMOR INCONDICIONAL.
 
 
 
Las Almas Gemelas se complementan en todos los sentidos, se aceptan, se respetan, se quieren como son. Y ese amor crece cada día más y más, buscando el éxtasis y lo disfrutan dirigiéndose hacia el encuentro más personal, el encuentro con la propia esencia, el encuentro con el mismo AMOR.
 
 
Reflexiones sobre las  Almas Gemelas  - Paulo Coelho -
 "...En ciertas reencarnaciones, nos dividimos. Así como los
cristales y las estrellas, así como las células y las plantas,
también nuestras almas se dividen.
Nuestra alma se transforma en dos, estas nuevas almas se
transforman en otras dos, y así en algunas generaciones,
estamos esparcidos por buena
parte de la tierra.
Hacemos parte de lo que los alquimistas llaman el ANIMA MUNDI,
el Alma del Mundo.
En verdad, si el ánima mundi se limitara a dividirse, estaría
creciendo pero también quedándose cada vez más débil. Por eso,
así como nos dividimos, también nos reencontramos.
Y ese reencuentro, se llama Amor.
Porque cuando un alma se divide, siempre se divide en una
parte masculina y una femenina.
...En cada vida, tenemos una misteriosa obligación de
reencontrar por lo menos, una de esas Otras Partes...
...- ¿Cómo es posible reconocer a la Otra Parte? -
Es posible conocer a la Otra Parte por el brillo en los ojos:
esa, es la tradición del sol; así, desde el inicio de los
tiempos, las personas reconocían a su verdadero amor.
Según la tradición de la luna, existe otro
procedimiento: un tipo de visión que mostraba un punto
luminoso situado encima del hombro izquierdo de la Otra Parte.
Corriendo riesgos. Corriendo el riesgo del fracaso, de las
decepciones, de las desilusiones, pero nunca dejando de buscar
el Amor.
Quién no desista de la búsqueda, vencerá.
...Somos responsables de reunir nuevamente, a la Otra Parte
que se cruzará en nuestro camino.
Aunque sea por unos instantes siquiera; porque esos
instantes traen un amor tan intenso que justifica el resto de
nuestros días.
También podemos dejar que nuestra Otra Parte siga adelante,
sin aceptarla o siquiera percibirla.
Entonces necesitaremos más de una encarnación para
encontrarnos con ella. Y, por causa de nuestro egoísmo, seremos condenados al peor
suplicio que hemos inventado para nosotros mismos:
¡La soledad!
PAULO COELHO